La memoria se ve afectada en multitud de patologías tales como el traumatismo craneoencefálico grave, la demencia, el síndrome de Korsakoff, la anoxia, etc. Es recomendable enseñar al paciente con problemas de memoria y a su familia a usar las habilidades conservadas del modo más eficiente posible y a compensar los déficits de memoria. Las estrategias de compensación son una de las mejores herramientas para que los pacientes con problemas de memoria hagan frente al día a día. Hay diversas estrategias de compensación, como las adaptaciones ambientales, las reglas mnemotécnicas y las ayudas externas de memoria.
Adaptaciones ambientales
El objetivo principal de las adaptaciones ambientales es evitar que surjan problemas debidos al déficit de memoria y que el paciente siga desarrollando las actividades de la vida diária lo más independientemente posible. Los más usados són rotular las habitaciones, utensilios y aparatos del hogar y el uso de aparatos que se adapten a las necesidades del paciente, como por ejemplo, una vitrocerámica que se apague sola pasado un determinado tiempo sin uso o electrodomésticos con alarmas.
Reglas mnemotécnicas
Muchas personas sin problemas de memoria usan reglas mnemotécnicas para recordar ciertas cosas. Por ejemplo, usar los nudillos de las manos para recordar que meses son más largos o más cortos, inventarse rimas o cantinelas, por ejemplo, para recordar las tablas de multiplicar o usar la primera letra de los planetas del sistema solar y formar una frase para recordar su orden (Mi Vecina Tiene Muchas Joyas, Solo Una No Presta; Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón).
Los pacientes con déficits de memoria raramente usan reglas mnemotécnicas puesto que suelen no recordar ponerlas en práctica o no recuerdan la regla en sí. Aun así, esta estrategia es rápida y puede usarse para aprender algunas informaciones como, por ejemplo, nombres de personas.
Ayudas externas
Hay muchos tipos distintos de ayudas externas que usadas por personas con y sin déficits de memoria, como escribirse las cosas en post-it o notas, escribir diarios, agendas, usar alarmas (móvil, despertador…), etc. El avance en los últimos años de la tecnología móvil con la aparición de los “smartphones” o teléfonos inteligentes ha facilitado el uso de las ayudas externas.
Así, por ejemplo, disponemos en un solo dispositivo (que se puede llevar siempre encima) de un calendario con alarmas configurables de las tareas a realizar, blocs de notas, gestores de listas de tareas con tachado, gps con indicaciones de rutas, etc. Además, la interfaz de estos dispositivos intenta ser intuitiva (pantalla táctil) y sencilla de aprender. Las ayudas externas suelen ser las más usadas a largo plazo.
Uno de los problemas que pueden surgir del uso de la tecnología actual (móviles, ordenadores…) respecto al método más tradicional (agendas, diarios,…) es el tema de la batería, puesto que si no recuerdan cargar el dispositivo y este deja de funcionar en determinado momento, el paciente puede sentirse perdido. Por otro lado, un paciente que no estuviera habituado antes de la lesión al uso de estos dispositivos puede encontrar dificultades para aprender su uso.
En el momento de pensar en las distintas ayudas dirigidas a un paciente, hemos de tener en cuenta algunas variables como la edad del paciente, la presencia de otros déficits cognitivos (atención, funciones ejecutivas…), la naturaleza y gravedad de la lesión, el uso premórbido de ayudas de memoria, etc.
No siempre es sencillo motivar a los pacientes a usar ayudas compensatorias. Algunos pacientes son reticentes a usar estas estrategias puesto que sienten que hacen trampa y creen que no deberían usar ayudas, otros, creen que las ayudas compensatorias reducen las oportunidades de una recuperación natural y algunos simplemente se olvidan de usarlas o lo hacen de forma poco sistemática y desorganizada, ya que recordar el uso de estas ayudas depende en si mismo de la memoria.
Sin embargo, algunos pacientes aprenderán a usar estrategias y ayudas compensatorias de forma eficiente y les ayudará a mejorar la calidad de vida y a desenvolverse en el medio de forma más independiente y autónoma.
Bibliografía
Ostrosky-Solís, F., L., A. (2003). Rehabilitación de la memoria en condiciones normales y patológicas. Avances en Psicología Clínica Latinoamericana, 21, 39–51.
Wilson, B. A. (1996). A Practical Framework for Understanding Compensatory Behaviour in People with Organic Memory Impairment. Memory, 4(5), 465–486. doi:10.1080/741940776