
Llevo mucho sin pensar, o me da esa impresión. He pensado sobre como solucionar mis problemas, he pensado sobre como hacer feliz a gente o sobre que cosas eran mas apropiadas en según que momento.
Quizá no sea el mejor día, pero quiero empezar a pensar de nuevo. Si espero encontrar el momento perfecto, quizá no acabe de empezar nunca.
Quiero hacer una reflexión sobre eso, sobre el pensamiento. No hay mejor manera que pararnos a pensar sobre como pensamos, por un momento.
Hay diversas maneras de pensar, cada persona es un mundo y por lo tanto tiene sus razones, sus motivaciones, sus creencias propias. Eso es lo que hace a las personas tan divertidas, esas diferencias y también, por que no, la capacidad de razonar.
El lóbulo frontal es el que más se asocia con funciones superiores como el razonamiento, el control emocional, la atención, la motivación… Deberíamos aprovecharlo.
Quiero hacer especial hincapié en el pensamiento crítico. Hay un artículo muy bien hecho en la Wikipedia sobre eso. Es un articulo comprensible y detallado, ahora, tiene que interesarte algo el tema porque si no puede hacerse un poco pastoso.
Pasando de comentar teorías ahora, quisiera dar mi opinión sobre la importancia de este tipo de pensamiento.
¿Tiene la educación algo que ver con el nacimiento del pensamiento crítico? Tendría sentido pensar así, la formación de la crítica desde la educación desde luego sería algo oportuno. Una sociedad que eduque en el cuestionamiento, en la búsqueda de la verdad. Alguien que diga a los pequeños “¿Sabéis? No todos los adultos tienen razón”, alguien que diga a los adultos “¿Sabéis? No toda la autoridad tiene razón”.
Y es que, usar el pensamiento crítico no significa vendarse los ojos para dejar de ver, creer ciegamente en lo que pensamos e intentar imponerlo. Nada mas lejos, debería ser un vehiculo que nos permitiera enriquecernos a nosotros, enriquecer nuestras ideas y las de los demás. Hemos de ser capaces de tener la mente abierta y de escuchar. Es un don del que no muchos pueden alardear.
Escuchar nos permite incorporar las ideas y pensamientos que nos parezcan lógicos de los demás a los nuestros propios y nos permite ver los hechos desde puntos de vista que ni tan siquiera habíamos imaginado. Podemos aprender, madurar y crecer tan solo escuchando.
Sin embargo, ¿apoya la educación actual todo esto?
En una sociedad donde prima el consumismo, el individualismo sobre cualquier otra cosa, el afán de ser “el mejor”… ¿Qué se le enseña a nuestros niños? No quiero parecer alarmista, ni paranoica.
La educación no es más que un reflejo de la sociedad.
¿Interesa que los niños piensen? ¿Interesa que los adultos piensen? ¿Interesa que las personas se cuestionen las cosas, cuestionen a los gobiernos, cuestionen a la sociedad? Desde luego, no lo creo, por lo tanto dudo que se esté favoreciendo eso.
No digo que no haya personas que lo hagan, evidentemente y por suerte, es así. También, por lo que muestran las estadísticas, una gran cantidad de personas se sientan embodadas cada día frente a las pantallas a aplaudir disputas absurdas y venerar a Belén Esteban.
Así está el mundo. ¿Podemos hacer algo?
Cuando podamos sentarnos a hablar con nuestros hijos, cuando cuestionen nuestros argumentos, cuando cuestionemos los suyos, todo desde la tranquilidad, la comprensión, la tolerancia, entonces podremos estar contentos. Sabremos que lo estamos haciendo bien.
– http://es.wikipedia.org/wiki/Pensamiento_cr%C3%ADtico